Tenerife, Achined en lengua guanche, uno de nuestros referentes turísticos y, en cierto modo, la gran desconocida. Todo el mundo conoce la isla y sus playas, pero lo cierto es que muchos menos conocen el paraíso natural que se esconde tras la imagen de resorts turísticos, playas repletas o la mera imagen del Teide.
La historia de la isla es bastante curiosa, pues aunque nosotros solemos generalizar y llamar guanches a todos los antiguos habitantes canarios, estos solo se corresponden realmente con los habitantes de la hoy llamada Tenerife. De ascendencia relacionada con los pueblos bereberes, apenas nos quedan restos de su cultura, la mayoría cayeron como resultado de enfermedades foráneas a las que su sistema inmunitario no estaba adaptado.
Nos encontramos con unos contrastes paisajísticos que nos hacen dudar de que estemos todo el tiempo en la misma isla, algunas zonas, realmente escarpadas o pseudo desérticas son un contraste con otras repletas de naturaleza, aunque esta es su grandeza y una de las razones para conseguir unos vuelos baratos a Tenerife. En el segundo caso podemos encuadrar al Macizo de Anaga, donde los vientos húmedos alimentan el color orgánico, mientras que entre esas regiones más desérticas, la playa del Médano y su montaña roja, nos aportan un momento en ocasiones casi místico.
Lo cierto es que es un lugar donde relajarse, contemplar la puesta de sol mientras la brisa, cargada de mar, nos acaricia y nos mece hasta casi hipnotizarnos. Un lugar que aún hoy nos aporta esa tranquilidad y atemporalidad de las tierras del magreb, las que nos trasladan a un tiempo en el que nada más existe para nosotros, sin estrés, sin horarios, sin rutina. En esta Achined lo único que nos ocupa la mente, a parte de la tranquilidad, es la duda de cual de los múltiples parajes naturales será el que visitemos mañana, quizás los Acantilados del Macizo de Teno, quizás un paseo por el paisaje lunar.
Realmente es lo que nos aporta, una variedad de Parques Naturales, de actividades que van desde el submarinismo y el avistamiento de ballenas hasta la espeleología. Lo que unido a los atractivos más popularizados hacen que realmente merezca la pena un viaje a Tenerife, redescubrir una isla que es mucho más que un spot de televisión, que tan solo una playa, es eso pero también mucho más.
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